..”No me aferro a nada, para así no tener nada que defender…"
Una de las cosas que más nos debilita en el camino de la liberación, que nos impide el proveernos de la energía que necesitamos para nuestro vuelo, es la importancia personal.
La importancia personal es sentirnos ofendidos por los hechos y malhechos de nuestros semejantes. Nuestra importancia personal requiere que pasemos la mayor parte de nuestra vida sintiéndonos ofendidos por alguien. Nos sentimos obligados a explicar nuestros actos como si fuéramos la única persona que se equivoca en la tierra, esto es autoimportancia. Empleamos la mayor parte de nuestra fuerza en sostener nuestra importancia, y nuestro desgaste más pernicioso es la compulsiva presentación y defensa del yo; la preocupación acerca de ser o no admirados, queridos o aceptados.
La muerte es nuestra eterna compañera, ¿cómo puede uno darse importancia sabiendo que la muerte nos acecha? La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cualquier problema que tengamos si lo consultamos con ella, nos dirá que nos equivocamos que nada importa más que su toque.
Haz todos los esfuerzos posibles para erradicar tu importancia personal pues sin ella eres invulnerable.
- Don Juan Mathus
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