Así como el jardinero prepara la tierra para plantar nueva vida, nosotros debemos preparar nuestra mente para recibir nuevos pensamientos. Si queremos que nuestras nuevas y positivas afirmaciones, los pensamientos que tenemos y las palabras que decimos, se conviertan en realidad tan pronto como sea posible, entonces haremos el esfuerzo extra de preparar nuestra mente para que esté receptiva a estas nuevas ideas.
Podemos hacer listas de todas las cosas que creemos (por ejemplo, «Qué creo del trabajo, la prosperidad, las relaciones, la salud», etc.), y luego examinar esas creencias para detectar lo que hay en ellas de negativo. Puedes preguntarte: “¿Deseo continuar basando mi vida en estos conceptos limitadores?”. Entonces cava más hondo para eliminar las viejas ideas que jamás van a apoyar tu nueva vida.
Cuando hayas eliminado tantas creencias negativas como puedas, añade una gran dosis de amor y trabajo en esa tierra de cultivo de tu mente. Así, al plantar nuevas afirmaciones en ella, van a brotar y crecer con sorprendente rapidez. Y tu vida mejorará con tanta velocidad que te maravillará lo que suceda. Verás, siempre vale la pena hacer ese esfuerzo extra para preparar la tierra, ya sea de tu jardín o de tu mente.
(Louise L. Hay de su Libro Vivir)
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