EL AMOR DIGNO.
Normalmente, o casi siempre, del enamoramiento se pasa a las relaciones disfuncionales. Excepcionalmente uno conoce parejas que hayan trasmutado la energía del enamoramiento a la del amor digno.
Componentes del amor digno o amor completo:
-La intimidad emocional es: confianza, vínculo, amistad, respeto, complicidad, alianza, acercamiento y autorrevelación (exposición del ser íntimo).
- La pasión: es el deseo de unión física con el otro, erotismo, atracción química.
- Compromiso: es la decisión de amar con responsabilidad, y la disciplina para “trabajar” el amor.
En el amor digno no hay tolerancia, hay aceptación. La tolerancia convierte a quien la ejerce en superior al otro: "SOY EL QUE TOLERA". Las relaciones fundamentadas en el amor digno son horizontales. No hay “jerarquías”, no hay sumisión, no hay víctimas, ni victimarios. El que tolera y no acepta se convierte en victimario.
El “alboroto químico” que produce el enamoramiento se extingue en poco tiempo. Cuando las relaciones nacen sólo por la atracción y la alucinación del enamoramiento y no con cimiento en la semejanza estas se trasforman en adictivas e insanas.
El enamoramiento “es delicioso” y fugaz, pero trastorna la mente y el espíritu.
Para amar dignamente hay que elegir “en frío”, buscando semejanzas y saltándose el tramposo enamoramiento.
Amor maduro = Amor elegido = Amor digno
En el amor digno se elige para compartir y no para llenar carencias.
Para amar hay que estar “completo”.
La secuela de no realizar el análisis de lo vivido es el de repetir, una y otra vez, las relaciones dañinas.
Una buena relación de pareja se construye y uno de los materiales indispensables lo constituyen las experiencias vividas y las lecciones aprendidas.
Somos facilistas, no nos gusta esforzarnos. La “felicidad” en pareja se trabaja, se elabora detalladamente, y no con oraciones. El amor también se “suda”.
Balance energético del amor digno: 5% de inspiración y 95% de transpiración.
Conviértete en amor digno elegible, hazte amable.
¡El trabajo hecho a gusto no cansa jamás¡.
“Amate a ti mismo”, potencia y fortalece tu autoestima: valórate, apréciate, consiéntete.
Haz que te prefieran por estar “afectivamente completo”, porque no eres media naranja de nadie, porque no eres complemento de nadie y porque estás “hecho”.
Cuando te señalen para amarte elige libremente compartir.
No tienes la obligación de amar e igualmente nadie tiene la obligación de amarte, pero en una relación activa de amor digno la reciprocidad es fundamental: amas para que te amen.
Si se va el amor se extingue la relación y aún así quedas completo: se va una vivencia, una historia, pero Tú quedas intacto, con tus habilidades emocionales y tu conciencia.
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