jueves, 26 de septiembre de 2013

Quinto Chakra Visuddha


Quinto Chakra
Visuddha

El nombre en sánscrito es Visuddha que significa "Purificación". Se visualiza como color azul. Guarda relación con el elemento Éter. Se localiza en la garganta. Los órganos asociados son el cuello, los hombros, los brazos y las manos.

Las glándulas son las tiroides y las paratiroides.

El quinto chakra es el centro del sonido, la vibración y la autoexpresión. Es el dominio de la conciencia que controla, crea, transmite y recibe las comunicaciones, tanto en nuestro fuero interno como en las relaciones con los demás. Es el centro de la creatividad dinámica, la que sintetiza las ideas antiguas para dar lugar a algo nuevo. Entre sus atributos figuran: el escuchar, el hablar, el escribir, el canto, la telepatía y todas las artes, en especial las que tienen que ver con el sonido y la palabra.

Este chakra ocupa un lugar crucial como puerta entre la mente y el cuerpo. A medida que ascendemos a los chakras superiores, nos alejamos de lo físico. La comunicación es el primer nivel en que trascendemos lo físico. Es un acto de conexión. Es uno de los principios unificadores de los chakras superiores. Es la transición de una dimensión a otra. Este chakra es el puente entre el amor que emana del corazón y la sabiduría del intelecto. Es el vehículo de nuestros sentimientos y de los pensamientos que utilizamos para expresarlos.

Las cualidades del chakra de la garganta son: la verdad, la comunicación, la fuerza de voluntad, la creatividad y la integridad. Este centro fomenta la expresión emocional y espiritual. A través de él expresamos el amor, la alegría, el miedo y nuestras aspiraciones espirituales superiores. Las ideas, los sentimientos y las opiniones también encuentran forma en este centro. Cuando nos lamentamos, nos quejamos, suspiramos, nos reímos o gritamos, el timbre, el tono de nuestra voz y las inflexiones del discurso reflejan si estamos abiertos o bloqueados. También nuestros silencios reflejan nuestro estado interior y la forma en que nos sentimos en relación con el mundo que nos rodea.

Cuando no somos capaces de hablar de lo que pensamos, dependemos de que los otros nos digan lo que deseamos. Esta represión, la negación resultante y la esperanza infantil de que los demás conozcan lo que deseamos y necesitamos, nos paraliza. Por el contrario, el discurso nos libera, ofreciéndonos la capacidad de vivir nuestra vida y expresar nuestros pensamientos, ideas y sentimientos. Lo que se expresa verbalmente con palabras es nuestra intención consciente. Lo que se expresa con suspiros, es signo de que no se expresan abiertamente los sentimientos. La mayoría de las personas no están preparadas para expresar la profundidad de sus sentimientos. Eligen la seguridad antes que la honestidad. Sus chakras de la garganta se congestionan con la energía que finalmente llega a estancarse. Siempre que reprimimos nuestra verdad, nos sentimos impotentes. Expresarse es vital para las relaciones, por el respeto que se otorga a lo que uno piensa y siente. Tenemos que encontrar el equilibrio entre lo que decimos y lo que sentimos que es correcto. Esto requiere madurez y no siempre acertamos. Pero nuestro sentido de la verdad se desarrolla y fortalece con el tiempo y la experiencia, de manera que seremos cada vez más capaces de discriminar quién o qué es más conveniente para nosotros.

En el centro de la energía que tanto tiene que ver con la comunicación existen dos arquetipos que están muy relacionados con la posibilidad de expresarse con claridad y en forma directa lo que se trata de decir. Estos arquetipos son: el "Comunicador" yel "Ser Enmascarado".

En el Comunicador, la forma adecuada de expresar la verdad se puede observar por la forma en que se comunica con los demás. Cuando se integra la espiritualidad con la conciencia sobre el flujo de la energía que circula por el cuerpo, ofrecemos a los sentimientos un espacio legítimo en el que puede expresarse. Esta práctica libera la energía y abre la mente, la garganta y el corazón. Se aprende a sentirse cómodo con el lado sombrío de la personalidad. Los Comunicadores reconocen su derecho a expresar la cólera o su sentimiento de haber sido heridos, pero lo hacen de tal manera que no acusan a los demás. Integran corazón y mente en sus comunicaciones con los otros. Reconocen también el poder de la palabra hablada y escrita y, aceptando la responsabilidad de sus sentimientos, no abusan de ellas.

Cuanto más libres se sientan para expresar sus pensamientos y sentimientos, más reguladas estarán sus funciones emocionales y mentales. Cuanto más en contacto estén con lo que son, más familiar se tornará su voz interior. Cuando aceptan esta voz interior y se fían de ella, saben que proviene de un lugar de amor, paz y bondad, y que pueden actuar de un modo positivo y consciente.

En los Comunicadores lo que fortalece la garganta es una sólida voluntad, comprometida con la vida y con la expresión de sus verdades. Al defender sus principios, cuando el mundo intenta convencerlos para que sean diferentes a lo que en realidad son, revelan una sana consideración por la verdad. También se requiere una firme sensación de integridad para mantener su ser interior intacto a través de los momentos buenos y malos de la vida, sin necesidad de culpar a los demás ni caer en la desesperación. Es en este arquetipo donde necesitamos honrar nuestro compromiso espiritual, escuchar nuestra verdad interior, reforzar nuestra capacidad de amar y concentrarnos en nuestra experiencia. Si hay pérdidas de energía en este chakra debido a la represión, la energía negativa se fijará en el cuerpo y formará la musculatura y el estilo del carácter de una persona. El arquetipo negativo asociado al chakra de la garganta es el Ser Enmascarado. Es alguien incapaz de expresarse abierta y sinceramente. Cuando las personas están atrapadas en su negatividad no expresada, sus voces son crispadas, sus sonrisas forzadas y sus acciones revelan que han caído en la trampa de no expresar los sentimientos. Debido a su represión, puede sentir ira y resentimiento por situaciones que han pasado hace mucho tiempo. Esta es la energía que estrecha las paredes de los vasos sanguíneos, eleva la tensión hasta niveles de estrés y desgasta el revestimiento del estómago. Esta energía nunca se elevará hasta la mente superior para ser expresada como pensamientos, opiniones o tomas de conciencia, y debido a esto se puede producir una inflamación de los tejidos, rigidez en los huesos y otros problemas derivados del bloqueo energético. Esta energía desea ser liberada de un modo consciente, para dirigir esa toma de conciencia hacia un nivel más espiritual. Al no poder expresarse, la persona se deprime, se entristece, o se enfada y culpa a los demás por todo lo malo que le ha sucedido. Abandona la paz interior y erosiona la tranquilidad por el hecho de quedarse fijada a la negatividad y a los sentimientos densos y negativos. Esto reduce la energía y limita la capacidad para abordar el cambio. Si siente que no merece el amor, el respeto ni la amabilidad, considera que los sentimientos no son importantes, por lo tanto evita compartir el ser interior con las personas más allegadas. Esto puede conducir al aislamiento, la soledad y la alienación. Limitamos el crecimiento personal y el desarrollo interno cuando se silencia nuestra opinión. Se ahoga con los sentimientos y sufre porque cree que no tiene el derecho legítimo de expresarse.

Características del chakra:

Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. Produce personas que hablan en exceso, son dogmáticas, santurronas y arrogantes.

Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace con demasiada lentitud. Produce personas que evitan la autoexpresión, que no tienen confianza y que mantienen opiniones incoherentes.

Equilibrado: es cuando el chakra mantiene el equilibrio y gira a la velocidad correcta. Produce personas que son buenas comunicadoras, satisfechas, a quienes les es fácil meditar y son artísticamente inspiradas. 

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